El pueblo de Rodas decidió homenajear a su Dios patrión Helios con una construcción de dimensiones desconocidas hasta entonces.
Fue levantado a comienzos del siglo III a.C. entre el 294 a.C. y el 282 a.C., en la entrada del puerto de la Isla de Rodas.
El coloso de Rodas era una gran estatua del dios griego Helios, realizada por el escultor Cares de Lindos en la Isla de Rodas.
La estatua se construyó sobre un pedestal de entre 15 y 20 metros de mármol junto al puerto con un esqueleto de hierro, forrado de bronce, consiguiendo la estatua alcanzar entre 30 y 32 metros, para una altura absoluta de prácticamente 50 metros.
Según los testigos de aquellas épocas la estatua media unos 32 metros de alto y a ello se sumaban 15 metros de su base de mármol (dimensiones similares a las de la Estatua de la Libertad de 45 m de alto).
La base, de mármol blanco, medía 40 codos (15 metros). Habría pesado unas 70 toneladas.
No se sabe mucho de cómo era la estatua, algunos dicen que los barcos pasaban por entre sus piernas abiertas, otros no están seguros, cada uno de los dedos del Coloso de Rodas, era tan como una estatua común, la imagen representaba un joven atlético.
Relleno de ladrillos hasta la cintura, el resto era hueco, tenía una escalera que llevaba a la torre de fuego, ubicada en la cabeza, de noche se encendía fuego que se dejaba ver por los ojos, sirviendo como faro. De la cabeza se desprendían rayos solares como la estatua de la Libertad.
La estatua, desde el momento de su finalización en el año 282 a.C., se conoció como el Coloso de Rodas.
El destino se cebó con la asombrosa obra arquitectónica.
Un terremoto sucedido en el año 224 a.C. rompió las rodillas de la estatua y el coloso acabó desplomándose al suelo. El gigante caído permaneció tendido en el suelo durante 900 años, y aún así su imagen continuaba atrayendo a viajeros y curiosos hasta la ciudad. La gente seguía yendo a verlo, en el 654 d.C. los musulmanes se apoderaron del bronce del Coloso de Rodas, un comerciante judío compró el bronce, y lo funde, tuvo que usar 900 cargas de camellos.
Fue la Maravilla del Mundo Antiguo que menos perduró, con tan sólo 66 años de duración.
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